PRESENTACIÓN

 Hola! Mi nombre es Óscar. Tengo 19 años y estudio magisterio con pedagogía en la UCM. 


Desde pequeño he querido ser profesor. Muchas veces me imaginaba y recreaba mis propios escenarios en el que impartía lecciones. Ya fuera haciendo ejercicios de inglés o de matemáticas, me metía en el papel de un profesor dando su clase. Me gustaba poder ayudar a la gente y explicar las cosas, y, tal vez, ese fue el inicio de mi interés por dedicarme a la docencia, aunque no siempre lo tuve tan claro.


En mi recorrido escolar, tuve la suerte de tener unas buenas calificaciones. Aunque había asignaturas que me costaran menos y otras más, conseguí acabar con una buena media en secundaria y en bachillerato, lo que, sin yo quererlo, creo unas expectativas determinadas, un supuesto potencial que debía explorarse en carreras científicas y de prestigio. Esa, y mi gran indecisión por mi futuro, me llevó a tomar la decisión de estudiar ingeniería industrial. Mi primo también la hacía cursado, y siguiendo su consejo y el de profesores y familia, pensé que podría ser una buena oportunidad, debido a su gran versatilidad. Tal vez debería haber investigado más que es lo que mi yo interior quería, porque, lleno de dudas e indecisión, decidí tomar un camino que realmente no me pertenecía. Mi primer año de carrera si se puede llamar así (porque solo estuve el primer cuatrimestre y poco del segundo) fue uno de los periodos de mi vida que más carga emocional me han supuesto. Darme cuenta poco a poco de que no existía una razón por la que estar sentado en una silla durante 4 horas al día escuchando a un profesor hablar de una asignatura que ni me interesaba ni entendía, fue desgastándome poco a poco. Me sentía avergonzado pues no era capaz de seguir el ritmo que me imponía la carrera, derribando todas las expectativas que creía que había sobre mí. Por otra parte, tenía defraudar a mis seres queridos. Yo sabía en el fondo que no quería estudiar eso, y me estaba matando poco a poco.


Por suerte, tuve la oportunidad de realizar el curso de monitor de ocio y tiempo libre con una de mis mejores amigas al mismo tiempo que intentaba sacar adelante la carrera. Toda la vida habíamos ido a una asociación de ocio, y aunque nuestro objetivo fuera seguir allí como monitores, no se nos dio la oportunidad, por lo que decidimos buscar otras oportunidades, y para ello, el título era la mejor oportunidad. Fue una experiencia muy bonita y divertida, desenterrando en mí ese sentimiento que mi yo pequeño una vez vivió con fuerza y que fue desapareciendo a lo largo de mi adolescencia. Fue así como, para realizar las prácticas, acabé en un grupo scout. Creo que este fue el punto de inflexión en el que me di cuenta verdaderamente de lo que quería. Estaba nervioso de exponerme ante un grupo de niños que no me conocía, pero poco a poco fui aprendiendo a cómo manejarme. Fui aprendiendo de ellos, les veía cada fin de semana con nuevas anécdotas e inquietudes y poder formar parte de ese proceso vital de su vida y acompañarles en su educación y desarrollo, me llenaba de satisfacción y hacia resurgir ese gusto por ayudar a los demás. Tras unos meses en el grupo y habiendo terminado mis prácticas, decidí quedarme en el grupo, ver que me deparaba esa oportunidad que se me había presentado, y si al final me convencía, quedarme y seguir sirviendo con mi pequeño granito de arena. El servicio es para mí uno de los pilares más importantes en mi vida scout, intentando estar siempre listo para servir. Eso fui a lo que me comprometí cuando realicé mi promesa scout y creo que representa perfectamente el proyecto de cualquier maestro, estar listo para servir, y es por eso que creo que dicha experiencia fue la que consolidó mi decisión: iba a ser maestro.


La decisión de escoger primaria fue el grupo de edad con el que estuve realizando mi primer año en los scouts. Nunca antes había trabajado con niños pequeños y es cierto que infantil se me presentaba con mi un reto mucho más grande y consideraba que, habiendo vivido la experiencia de trabajar con niños de la etapa de primaria, la decisión correcta sería plantear mi futuro a esa edad y si en un futuro quisiera trabajar con más pequeños, tendría la opción de realizar un año más. Descubrí entonces la opción de este doble grado, combinando magisterio con pedagogía. Siendo sincero no sabía muy bien de qué trataba la pedagogía y aunque no tuviera pensado orientar mi futuro laboral a la orientación, creí que sería una formación complementaria que podría ayudarme a ser mejor maestro y expandir mi conocimiento y mi mirada. 

Y fue así como decidí redirigir mi camino, y no podría estar más contento de la decisión que tomé. 


A veces siento que puedo parecer pesado contando el camino que tomé hasta llegar aquí, pero creo que es un ejemplo de que nuestras decisiones no son absolutas, que podemos cometer errores pero de ellos se puede sacar algo. Si no hubiera elegido ingeniería muchas de estas cosas no habrían pasado, y han sido las mismas que me han construido y que me han permitido redescubrir una vocación y un propósito en mi vida.


En cuanto a mi vida personal; gustos y hobbies, no considero que tenga un hobbie determinado. Si que es verdad que me gusta mucho escuchar música, siento que es una forma perfecta de poder describir mi estado de ánimo y que me acompaña en todo momento. Mis artistas favoritas son Taylor Swift y Lana del Rey, y su música me ha acompañado en muchos momentos de su vida, y sus canciones significan mucho para mí. 


Me gusta pintar, aunque no lo hago ni profesionalmente ni como hobbie, pero en tiempos muertos o en el aburrimiento me sirve como forma de desconectarme. De echo, hubo un momento en el que pensé meterme en bellas artes, pero al final lo descarté, no creo que tenga el talento ni la vocación, aunque me sirve como ruta de escape en muchos momentos. 


Me gustan también los videojuegos, aunque hace tiempo que no juego a alguno por falta de tiempo. Mi favorito sería sin duda Hollow Knight. Me gusta que en un juego que podría parecer sencillo se esconda una historia tan compleja , y los escenarios son super bonitos. Otro que también me gusta mucho sería Fire Emblem Three Houses.


Por otra parte me gusta ver series y películas en mi tiempo libre, aunque muchas veces prefiero ver películas que está he visto antes en vez de descubrir nuevas. Las pelis que suelo ver una y otra vez son de dibujos animados, hay algo en su estilo que me transmiten mucho más que en las de actores de carne y hueso. Mi favorita sería El Viaje de Chihiro, en general las películas de estudio Ghibli, pero sobre todo esa en particular. Otra que también me encanta sería Coco, una peli que me recuerda muchísimo a mi abuela y que me hace llorar siempre que la veo. Aún así, vuelvo a verla una y otra vez, y se ha convertido en mi “comfort movie” junto al Viaje de Chihiro.


Y creo que esto sería todo. Es una breve introspección e introducción a mi persona, pero son estas pequeñas cosas las que me conforman.


Espero ver que me depara en esta aventura y sobre todo aprender mucho, no solo de las asignaturas sino de la experiencia universitaria y todo lo que a ella se refiera.

Comentarios

  1. ¡Gran entrada, Oscar! Me ha encantado leer esto con mis nietos, ¡estamos esperando a que vuelvas a publicar!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares